¿Qué podemos aprender de los perros?

Lavapiés y los perros: ¡amor perruno!

En Lavapiés nos encantan los perros, son un miembro más de la familia. Si recorres las calles del barrio, siempre podrás ver a alguien paseando o jugando con su perro. Nos gustan tanto, que tenemos muchas tiendas, restaurantes y bares en los que son siempre bienvenidos. No nos podemos resistir al cariño y alegría que transmiten estos magníficos animales.

Nos hacen compañía, nos dan cariño, nos hacen salir a pasear y movernos…

Desde luego, son unos seres excepcionales y tenemos mucho que aprender de ellos, de eso va el artículo de hoy.

Tenemos mucho que aprender de los perros

Ser amable no cuesta nada, responde con educación, cariño y gratitud a quienes te rodean. Una sonrisa es contagiosa y la alegría es mejor si se comparte.

Nunca te canses de jugar, la edad o el estado físico no es un impedimento para disfrutar, descubrir nuevas cosas, aprender. A lo largo de toda su vida, los perros nunca dejan de jugar, independientemente de lo mayores que sean. Hacer ejercicio te reportará inmensos beneficios: te ayudará a liberarte de estrés, a despejar la mente, mejorará tu humor… Hay distintos niveles de actividad física, según tus necesidades podrás elegir el mejor deporte para ti. Y no todo es físico, también los juegos de mesa son una actividad grupal estupenda, o los pasatiempos, una maravilla para la memoria. Y siempre aprender, probar nuevos hobbies y tener tiempo para nosotros mismos.

No merece la pena estar enfadado o de mal humor a menudo, deja ir esas malas emociones. Los perros nos enseñan que el rencor es un sentimiento inútil, es mejor ser felices viendo el lado positivo de la vida. No vale la pena enfadarse con lo que pasó ayer, mira todo lo bueno que puedes vivir hoy. No hablamos de no enfadarnos nunca, sino de ser positivos y valorar lo que tenemos y podemos aportar.

Que nunca te falte pasión, vive cada momento al máximo, disfrutando cada segundo. Esa es una gran enseñanza de nuestros compañeros caninos. Disfruta del viento, las flores, la comida, tus seres queridos. Vive cada instante de tu vida con pasión y sé espontáneo, atrévete a disfrutar de los pequeños detalles y placeres de la vida.

Quiérete tal y como eres, no hay nada mejor que ser uno mismo. Los perros no desean ser distintos, no quieren unas patas más largas o unas orejas más puntiagudas. Están contentos de ser quienes son, no añoran la perfección porque saben que cada uno es perfecto tal y como es. Se aceptan a sí mismos y a los demás con sus virtudes y defectos. ¡Hay tanto que aprender de los perros!

Pero sin duda, la mayor lección que puedes aprender de tu perro es la importancia del amor. Querer incondicionalmente es difícil, pero es uno de los sentimientos más satisfactorios que existe.