Aprovecha los recursos a tu alcance
Todos sabemos que a veces las cosas más obvias son las que se nos suelen escapar; pero estamos nosotros para recordártelo.
Estás en invierno, no es momento de andar descalzo por casa, es momento de sacar esos calcetines gorditos que te regalan recurrentemente todos los años por navidad junto con ese pijama a juego de manga larga, suavecito y bien calentito; y si me apuras la bata que siempre tienes en el perchero, quítale polvo y póntela. Para aquellos más frioleros, las camisetas térmicas también son una buena opción (y si te da pereza cambiarte para bajar la basura, será una buena opción con un abrigo o plumas encima).
No abras las ventanas para ventilar a lo loco, ábrelas en horario de mañana. Cuando te levantes deja la cama aireando. Mientras te duchas y desayunas, ¡es el momento perfecto! Y antes de salir a trabajar, cierra las ventanas y haz la cama, estará ventilada de sobra.
Aprovecha las horas de luz en las que estás fuera para iluminar y calentar tu casa. En la noche opta por bombillas de bajo consumo, como las LED.
Pequeños gestos que marcan la diferencia.
Revisa los radiadores y controla el termostato
El mantenimiento de los radiadores es de las primeras cosas que deberías tener en tu lista, así como apagar aquellos que no utilizas. Con esto, te aseguras que te cueste menos energía calentar la casa.
Los que tenéis un termostato, ¡perfecto! Y los que no, ya estáis tardando, que con un termostato que regule la temperatura, te evitas sustos. Y si además es programable, mucho mejor. Así podrás dejarlo apagado las horas que no estés en casa y conectarlo un poco antes de llegar, para tener la casa calentita.
Aísla las puertas y cambia las ventanas, no dejes que el calor se escape
¿Nunca te has preguntado por qué cuando hace mucho frío en la calle, dentro de casa hay un vaho en el interior de las ventanas? Pues bien, es debido a la diferencia de temperatura entre tu casa y el exterior, que genera una corriente de aire que hace que el calor se escape. Se calcula que gran parte del calor se pierde debido a este efecto.
Un burlete o un cojín especial que tape ese desnivel entre el suelo y la puerta te ayudará a evitar la fuga.
Por otra parte, es recomendable cambiar las ventanas cada 10 años, ya sea porque han salido nuevos modelos o porque las que tienes necesiten mejoras. Para mejorar la calidad de las ventanas, puedes cambiar el propio cristal, el marco de la ventana o ambos. Nosotros te recomendamos poner un doble cristal, para evitar la pérdida de calor con un mayor aislamiento. De esta manera, podrás ahorrar energía en calefacción, ya que necesitarás menos calor para que tu casa esté a la temperatura que quieras.
Encuentra la tarifa adecuada… ¡y cuida del planeta!
Cuando vayas a contratar una tarifa, elige una que no tenga letra pequeña y se adecúe a tus necesidades. En el mercado hay un montón, pero no todas se ajustan a nuestros hábitos de consumo. Por eso, tienes que buscar una en la que todos los meses se pague lo mismo, a través de una cuota fija mensual personalizada, basada en tus datos de consumo, sin subidas de precio inesperadas. También es deseable que no incluyan cláusulas por exceso de consumo, ni regulaciones a final de año, ni compromiso de permanencia. Que puedas contrastar tanto para suministros de luz como de gas natural y que pueda adaptarse a todo tipo de consumidores. En definitiva, sin sorpresas.
Opta por empresas que sean eco conscientes, que apuesten por la energía limpia, y que toda la luz que suministren a sus clientes provenga de fuentes de energía 100% renovables.
El gas natural que ofrecen, también debe ser neutro en emisiones de CO2, lo que significa que la compañía compensa las emisiones vinculadas al consumo de sus clientes, a través de la participación en proyectos de reforestación.