¿Sabías que el escritor Arturo Barea vivió en Lavapiés?

Arturo Barea es conocido por la trilogía «La forja de un rebelde», donde plasma y relata la vida en este barrio castizo. 

Arturo Barea: vida y obra

Arturo Barea nació en Badajoz en 1897. Tras la muerte de su padre, su madre y hermanos se mudaron a Madrid, donde ella trabajaba de lavandera. El escritor vivió con sus tíos, y creció en el barrio de Lavapiés. Estudió en las Escuelas Pías hasta que su tío falleció cuando él tenía 13 años y fue entonces cuando abandonó los estudios. Fue reclutado para ir a luchar en Marruecos en 1920 y durante la Guerra Civil fue defensor del bando republicano, llevando a cabo misiones propagandísticas y culturales.

Es conocido por la trilogía La forja de un rebelde, donde plasma y relata la vida en este barrio castizo. También es destacable que narró en el servicio de radio de la BBC (bajo el pseudónimo de “Juan de Castilla” para proteger a su familia) lo vivido durante la Guerra Civil española en la capital.

La forja de un rebelde

La obra está dividida en tres tomos: La Forja, La Ruta y La Llama y está considerada como una de las mejores narrativas sobre el exilio. La escribió y publicó en Inglaterra entre 1941 y 1944. No fue hasta la Transición española cuando su obra llegó a España publicada por la editorial Turner (1977). Sin embargo, para cuando llegó a España, ya se había estado comercializando de forma clandestina, por lo que al llegar la nueva edición, no tuvo tanto éxito. En 1990, el director y guionista cinematográfico Mario Camus llevó la narrativa a la televisión en forma de serie, que se estrenó en Televisión Española.

La primera parte de la trilogía narra la historia de la niñez y adolescencia de un chico en Madrid durante la primera mitad del siglo XX, es decir, del propio Arturo Barea. En la segunda parte se incluye su vivencia militar en Marruecos, luchando en la Guerra del Rif y su estancia en Ceuta. La última parte narra sus vivencias durante la Guerra Civil en el bando republicano. Quienes han leído la trilogía aseguran que tras leer el primer libro, La Forja, Lavapiés se ve a través de otros ojos.

Se exilió en Reino Unido con su mujer Ilsa Kulsar, (quien traducía sus libros al inglés) y murió allí en 1957, tras haber estado exiliado durante 18 años.

La Plaza de Arturo Barea

El 4 de marzo de 2017 se celebró un acto en el que se conmemoraba al escritor. Se trataba de un homenaje en el que se daba su nombre a la plaza que se encuentra enfrente de las Escuelas Pías, en la Calle Tribulete, lugar donde, como se ha mencionado antes, Barea fue estudiante. Esta iniciativa vino por parte de sus lectores a través de la plataforma Change.org ya que estos le consideran un autor injustamente olvidado. La propuesta consistía en dar su nombre a una calle, plaza u otro lugar público en el barrio de “Avapiés”, como el autor llamaba a Lavapiés. Ya que su obra narra la historia del barrio y sus gentes, lugar donde él se crio. Una vez la propuesta fue pública, otros escritores, periodistas e hispanistas como Gibson o Chislett apoyaron e incluso impulsaron la iniciativa.

Sin embargo, en Badajoz, donde solo vivió sus primeros años, hay una calle con su nombre. Para proceder al homenaje del escritor, se revisó el callejero. No querían quitar los nombres de calles y plazas ya establecidos ni afectar a la numeración. Se dieron cuenta de que la plaza que estaba enfrente de las Escuelas Pías no tenía nombre y se decidió que este era el sitio idóneo.

También en honor al escritor, Beatriz Martins y Yolanda Riquelme organizaron unos paseos literarios que recorrían los lugares que aparecen en La Forja.

¿Conocías el origen del nombre de la plaza? ¿Y has leído ya la trilogía? Es la ocasión perfecta para conocer y adentrarnos en el “Avapiés” del siglo XX.

Nos despedimos con estas preciosas líneas del autor:

“Si resuena el Avapiés en mí, como fondo sobre todas las resonancias de mi vida, es por dos razones: Allí aprendí todo lo que sé, lo bueno y lo malo. A rezar a Dios y a maldecirle. A odiar y a querer. A ver la vida cruda y desnuda, tal como es. Y a sentir el ansia infinita de subir y ayudar a subir a todos el escalón de más arriba. Ésta es una razón. La otra razón es que allí vivió mi madre. Pero esta razón es mía. ” Arturo Barea, La Forja.

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